Celebrando voy, celebrando vengo

Esta Liga se repite más que Antonio Lobato elogiando a Fernando Alonso. Seis jornadas que han dado básicamente para tres temas: los árbitros son muy malos; Robinho y Messi, sois los sucesores de Pelé y Maradona; y las celebraciones de gol.
En cuanto a los árbitros, para que seguir hablando de estos temas. Podemos hablar de ineptitud y podemos hablar de falta de profesionalidad, pero hablar de alevosía... Cierto que apoyarán siempre más al grande que al pequeño, por cuestión de resonancia mediática. Cree alguien que si un árbitro se equivoca contra Málaga o Espanyol (genial Lotina, que por respeto al Sevilla y a los árbitros no impugnará el partido), como le pasó este fin de semana, se montará una campaña como la actual? Lo dudo mucho. Lo más Braveheart del fin de semana: Quique Sánchez Flores, que parece San Pablo cayéndose del caballo. Ahora dice que empieza a sospechar del arbitraje. Y qué pasaba con los trencillas durante tus tiempos de jugador en el Madrid o en el Valencia? Pues exactamente lo mismo que ahora. Que eran igualmente malos y que, en caso de duda, tenderán a favorecer al grande.
Dos, que a ver qué hacemos ahora con Robinho y con Messi, los mcguffins del Barcelona y del Madrid. En Barcelona se han acabado los conejos de la chistera (el real está por Sevilla), y sin más caso Messi ni renovaciones a la vista, al equipo se le han acabado los escudos y tendrá que resistir las embestidas en torno a su juego a pecho descubierto. En Madrid, ahora dudan de Robinho, el Pinarello blanco. Por favor, ni antes un genio ni ahora un matado del fútbol. Déjenle tiempo para demostrar una cosa o la otra.
Y tres, que nos vamos de celebraciones. Está visto que habrá que resucitar a Rodríguez de la Fuente si el clan Ronaldo sigue con sus gustos zoológicos: ¡Queridos amigos, los canguros, esos animales de aterciopelado pelaje, habitan las llanuras australianas buscando su sustento!. Grande Segurola hablando del tema. También tenemos la versión Raúl por Fernando Torres, que se ve que sabe de qué va esto del fútbol y que, cual Darío Silva, se dedica a mejorar su imagen para aumentar su caché publicitario, uno que es listo, claro. A quienes les gustaría celebrar de alguna manera u otra, a lo canguro o cucaracha o Giovanni o Raúl sería a los seguidores de los Dorados que, inexplicablemente, han vuelto a perder. Lillo, no amagues con regresar a España, que ya verás como acabas triunfando. Tiempo al tiempo.