Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

viernes, diciembre 30, 2005

Presidencias altruistas

Todo es por amor a un club. El orgullo de llevar el nombre de tu equipo por todos los continentes del planeta (bueno, dejémoslo en Asia). Por dejar al club en el puesto que se merece. Y eso no tiene precio, como Mastercard. Si uno tiene que dejar sus asuntos profesionales y dedicarle los mejores años de su vida (como en la canción de Julio Iglesias) al equipo de tus amores, qué se le va a hacer. Los compañeros profesionales te tienen que entender y la familia, compartirte con un amor irracional, que supera las fronteras de lo explicable.
Por todos estos motivos, gente como Laporta ha dejado de lado su labor en el bufete para dedicarse en cuerpo y alma a su Barcelona. Eso sí, si colateralmente, pues, es un decir, amplia su agenda de contactos, qué culpa va a tener él. Lo curioso es que el altruismo en el tema del fútbol esté tan extendido en un sector que no ha gozado nunca de buena prensa en ese sentido, el de la construcción. Pero quiénes somos nosotros, mal pensados, para enjuiciar a la gente. Y mira que hay operaciones como las del Valencia (850 millones de euros de beneficio) que te dan que pensar. Pero bueno, qué culpa tiene el bueno de Soler que el ayuntamiento permute generosamente unos terrenillos. Si es que, lo dicho, así nos va. Uno es generoso, se desvive desinteresadamente por un club, y la gente lo tilda de todo. Ayyy, lo que hay que aguantar en estos tiempos.