Tristan Braker y Tamariz

Antes que nada, me sirvo una ración de patatas. Sí, señores, con patatas me he comido el pronóstico del partido entre el Real Madrid y el Arsenal. Porque los "gunners" han hecho lo que no han desplegado en toda la temporada en Inglaterra: un centro del campo muy sólido, con Henry de vedette estelar. Pero si parecían los violentos de Kelly, con Hleb (fichaje estrella del pasado verano) y Gilberto al frente. Y del Madrid. Cuando pasan tres horas del partido, seguimos esperando noticias. Ronaldo, ahogado en sus palabras lapidarias (pactadas o no con Florentino Skywalker); Zidane, quitándole el polvo a sus zapatos de bailar claqué; Cicinho con el síndrome de Roberto Carlos; y Woody, que ha vuelto a su sitio natural, la enfermería. Así que todo basculaba en torno a ese trapecista estilizado que responde al nombre de Gravesen.
Consecuencias del partido:
1. Qué grande es el fútbol, qué imprevisible
2. Qué poco sabemos de esto
3. La prensa deportiva de ambas orillas del puente aéreo tiene divertimento para lo que queda de Liga y verano incluido: el caso Titi Henry
4. Se ha puesto en marcha la operación "espíritu de todos los que han jugado con la camiseta diáfana del insigne club dirigido por el reverenciado y Dios lo tenga a su diestra don Santiago Bernabéu". Para lo cual, más que consultar a García Ferreras y a su legión de PR, Florentino Skywalker ha decidido contratar al profesional que sabe de esto: Tristán Braker y, por si éste no logran resucitar a Pedro Parages, Adolfo Meléndez o Santiago Bernabéu, pasará al plan B. Que Tamariz saque de la chistera a un Henry o Adriano.
Por cierto, impresionante titular de la página web del Real Madrid: Nada perdido, pero toca ganar en Highbury. Un genio. Que lo contraten para las portadas del Marca, por favor.