El sistema de la Copa hasta el final

Tendemos a primar la seguridad sobre el espectáculo y la emoción, las esencias del fútbol. Resulta que, cuando damos con un sistema de la Copa al estilo inglés, que revitaliza la competición, van los equipos de Primera y se asustan. Y a cambiar el sistema porque nos perjudica. Se acabaron jornadas tan épicas como las de ayer, donde ciudades como Zamora o Burgos, y equipos como el Alcoyano o el Eibar han vuelto a saborear el fútbol en estado puro. Y es que antes que potenciar el juego, llevar la ilusión por este deporte por todos los rincones con estos David contra Goliat maravillosos, nos aseguramos que pasarán los de siempre para volver a aquellos soporíferos años donde solo el enfrentamiento épico entre el Barcelona y el At. de Madrid logró inscribirse en las páginas doradas del fútbol.
Si volvemos al viejo sistema del partido a ida y vuelta acabamos con la épica del deporte, esquilmamos las arcas de los clubes más necesitados, la base de nuestro futuro, y vemos como la competición se mueve en un discreto plano tras la champions y la Liga. Con el sistema inglés, se había democratizado el fútbol. Pero claro, eso no interesa