Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

domingo, octubre 16, 2005

Qué manera de perder, qué manera de empatar

No lo pueden remediar, lo llevan en los genes. Y aquí no puede haber mutación posible. Todos pendientes del clásico madrileño, renovado en aires gracias a la ilusión que han despertado las huestes del "Virrey Bianchi". Que sí, que este año somos otros. Pero mira cómo se ha fichado. Que si Petrov es el nuevo Stoichkov, que si el Niño se nos afeita ya y todo tras salirle barba en Bélgica, que si el Gabi va para figura, que si el Kezman los marca a pares, que si tenemos a la defensa inexpugnable de la liga, el dúo Pablo-Perea. Que si, que si... Y a los siete minutos, un gran pase de Ronaldo acaba con el castillo de naipes construido por los colchoneros. Penalti absurdo, expulsión y tres puntitos que se escapan. Y el resto del partido, pues a comprobar que el Cucal no sirve de nada, que Ronaldo está inmenso en todos los sentidos. Qué manera de perder.
Y todo porque Luxemburgo ha aflojado en su terquedad y le ha dado los galones en el centro del campo a Pablo García, un auténtico muro para el equipo rival. Me imagino a Paco Casal llorando a moco tendido cuando vio que coincidían sus dos perlas en el campo, ya que en el 41 salió Diogo, ese heredero de Cafú. Uyy, perdón, que ese será Cicinho cuando venga en diciembre. Debió sentir Casal lo mismo viéndoles juntitos que lo vivido cuando el eclipse solar, esto se da una vez cada muchos, muchos años.
Si el Barcelona, que llegó a jugar a una gran altura, llega a tener en sus filas a Pablo García, el partido de ayer no se les escapa. Un equipo que tira de esa manera un partido no puede aspirar a nada. De todas maneras, como esta semana habrá culebrón Echevarría, pues nada, a suspirar por este Barca. Y por su manera de empatar.