Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

miércoles, agosto 31, 2005

Más Mastercard

Comprar a un jugador brasileiro de medio pelo, de corte defensivo y que responde a apellido bíblico: 2,5 millones de euros (Monchi, te adoro).
Venderlo como ariete implacable, estrella mundial, y con un nombre de resonancias mortíferas: 20 millones de euros.
Formar a un chaval en la cantera de tu club: 0 euros
Llevarlo a comer al negocio de la novia de tu cliente a comer pollo a la pantoja: 40 euros
Venderlo más caro que el fenómeno de fenómenos, Robinho "Perico Delgado": 28 millones de euros
A todas estas, Baptista estaba más desesperado por encontrar equipo que los protagonistas de "Desmadre a la americana" por encontrar estudiante retozona: Atlético de Madrid y Barcelona por ejemplo. Aunque luego, Baptista le dió al Play para contar el cuento de Alfonsito: que sí, que era culé desde pequeñito, aunque lo tuve que llevar en silencio. Pues eso, hemoal para todos.