Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

lunes, agosto 22, 2005

Futbolistas, ex futbolistas y Míchel

Recuperados del aletargamiento en el que nos sume todos los veranos el periodo vacacional, nos disponemos a recuperar el tiempo perdido con la vista puesta en el próximo fin de semana, con el comienzo de la liga en España.
Aunque las vacaciones estivales no son un tiempo muy propicio para la reflexión, uno no puede evitar reírse, preocuparse, indignarse y bostezar con todo lo leído, visto y oído en torno al planeta futbolísitico. Y desconozco si será una cuestión de filias o fobias pero resulta que siempre me fijo en los grandes personajes del verano, Casal o Míchel, junto a ya clásicos como Valdano y Pelé.
Me sorprendían (aunque conociendo al personaje, no sé por qué) las declaraciones de Míchel (gracias Ruiz Mateos) a ABC. Aquel hábil jugador, que logró que España se alzara con un Mundial y una Eurocopa gracias a su clase y sacrificio (todavía lleva la marca del balón en la cara al ponerla para evitar un gol de falta de Yugoslavia), aquel comentarista que revolucionó este oficio y que dejó bajo mínimos las retransmisiones deportivas radiofónicas, hábil y valiente en las loas al juego de los equipos no españoles, nos vuelve a dejar buena muestra de que ser grande no está reñido con la humildad, y si no, juzguen ustedes mismos: -¿Empezar en Segunda B es un gesto de humildad?-Algunos dirán que es un gesto de prepotencia: otros, que de incapacidad. Es como la vocación de futbolista, empezar desde abajo. En este país está visto que debes abrirte tú las puertas. En otro país un jugador con mi nombre y palmarés habría entrenado en Primera y a un equipo del medio de la tabla. O cuando le comentan a qué aspira en los banquillos y si tiene algún modelo de entrenador: No tengo. Me gustaría formar parte de los 15 ó 20 entrenadores españoles que marquen un estilo. Hay técnicos a los que nos gusta otra cosa que no sea la furia y la raza en el fútbol español. Hay que buscar otros conceptos porque hoy tenemos jugadores de mucha calidad. Si, por ejemplo, los tuviésemos de fuerza, utilizaríamos otro modelo, que no es el caso.
Vamos, que lo veo compartiendo el Olimpo junto al gran Lillo, sin duda, la gran injusticia del fútbol español. ¿Cómo puede estar sin entrenar a un equipo de Primera? Pues porque no lo representa Paco Casal, que si no... Porque no sé si se habrán fijado, pero las redes de este filántropo uruguayo se extienden hasta traer a equipos de aquel país a jugar todos los torneos de verano. Y ahí están los casos del Peñarol y del Nacional. Como para no ganar Osasuna por dos a cero a un equipo que ha jugado tres partidos en cuatro días, pero si ese tute de partidos tiene que contravenir la Declaración de los Derechos Humanos.
Retomando el caso Míchel, con gran tristeza tengo que reconocer que por una vez estoy de acuerdo con Valdano, quien afirmó que para ser un gran entrenador hace falta haber sido un jugador mediocre, con la excepción de Cruyff. Habrá más excepciones, como el caso de Aragonés o está por ver qué pasa con Rijkaard, pero en líneas generales no hay más que fijarse en Mourinho. Menos mal que vendrá Guardiola a detrozar su teoría cuando acabe esa gira triunfal engrosando la flor y la nata del fútbol mundial, y esto lo afirmo tras verle triunfar en la siempre complicada liga qatarí.
Mañana hablaremos del gran Pelé ese que tan pronto marca el gol del siglo como te soluciona los problemas eréctiles. Lo dicho, un gran tipo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

como ya dijera el gran lillo, el estilo no se "negosia", o como el mismo definiera su estilo de vida: jugar en zona es vivir en zona.
creo que cada noche se me aparece en sueños aquella falta de de stojkovic y la cara de zubi mirando a la barreera.
En cualquier caso, todo lo que le pasa a michel es porque se lo merece...

11:01 a. m.

 

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