La gran esperanza de la Selección Española

Después de deprimirnos (y van...) con el partido de ayer, aún soy optimista y vislumbro una gran esperanza para nuestra amada (¿?) selección, que no reside en que tengamos dos partidos teóricamente asequibles para pasar como segunda de grupo, ni tan siquiera reside en que seamos una selección acostumbrada en los últimos tiempos a jugar con el agua al cuello (al de Casillas me iba a tirar yo), o que por algunos momentos (muy poquitos) vislumbrásemos un estilo de juego definido.
No, señores, la gran esperanza se encuentra en el creciente éxodo de nuestros jugadores a tierras inglesas. Y no lo decimos porque su estancia en la pérfida Albión les vaya a abrir sus miras futbolísticas, ni porque vayan a acostumbrarse a la presión de los ambientes hostiles o puedan jugar en equipos ganadores en el ámbito internacional.
Lo decimos porque, por fin, jugadores españoles (Xabi Alonso, Reyes, Del Horno, Luis García...) podrán dirigirse al trencilla de turno en los partidos internacionales sin tener que recurrir a las ya clásicas exhibiciones de mimo a las que estábamos acostumbrados con España: "Refri, no, no, bol, bol" (frase que se acompaña de unos movimientos ondulantes con ambas manos creando una esfera imaginaria); o el no menos clásico "Suimin pul, refri, suimin pul" (frase que se acompaña con un movimiento de manos juntas en posición de orar que se desplazan en caída en cortos movimientos).
Porque, ¿somos conscientes de que el curso de la historia podía haber cambiado si el capitanísimo y educado Fernando Hierro hubiese podido dirigirse al árbitro danés y decirle con una claridad que para sí quisieran en Oxford: "Yu doun nou jau tu fak as" (que traducido reza "No sabes cómo hodennos)?. Vamos, que las vitrinas de la Federación Española de Fútbol no podrían abarcar la cantidad ingente de mundiales, eurocopas y demás saraos que montara la FIFA (Gracias a Seulo por la inspiración para este post).