Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

jueves, marzo 16, 2006

Parece que fuera verano

Que los dos equipos con mayor poder económico a la par que grandes animadores de nuestros tediosos veranos tengan que desviar la atención del personal es una bendición del cielo. A qué más podemos aspirar si, en pleno marzo, con un mundial todavía por delante con la consiguiente comidilla de jugadores, Chelsea y Real Madrid se han lanzado a la vorágine de fichajes, secundados por unos medios que necesitan vender a falta de títulos que celebrar (en el caso del Chelsea la Champions).
Y es que el bombardeo está siendo saturador inclusive para los seguidores de Ginés Carvajal, Zoran Vekic y Pablo Casal.
Vayamos por partes. Fernando Martín le ha cogido tal cariño a la poltrona que ya ejerce de mandamás sin atender a las peticiones de Juanito Navarro para celebrar elecciones. En su caso, optaría por la misma solución. Como vas a competir en telegenia, o incluso en un debate televisivo, con un tipo que se conoce todos los trucos televisivos, un tipo que dejaría a John F Kennedy a la altura del mismísimo Hernández de la Mancha. Seamos serios, hombre.
Y para demostrarlo, los diarios se han lanzado al gran proyecto, a la revolución deportiva como ha dicho Valdano (pobres peruanos, ha ido al país andino a presentar su consultora). Marca habla de Ancelotti, de Del Bosque, Benítez o incluso de Camacho de secretario técnico.
En As hacen cábalas con la marcha de Ronaldo al Flamengo, la llegada de Capello o incluso la apuesta arriesgada y "rijkaardiana": Van Basten. Se habla de Raúl García, de Diarra, de todo aquello que se asemeje levemente a aquel recuerdo llamado Makelele. Mientras, los que daban por hecho el fichaje de Ballack por el Real Madrid no abren la boca porque ahora es el Chelsea quien se lo lleva. Y es que, como los tres últimos veranos, los caminos del equipo inglés converge con el del español. Si fue el caso Makelele, el caso Carvalho, ahora tenemos el caso Ibrahimovic, Adriano y Ballack.
Y hay no para Mourinho que, tras la eliminación en la Liga de Campeones, va a acabar fichando hasta el jardinero del Barcelona: que si Eto'o, Deco, Ronaldinho o Márquez. A todos los quiere este Bogart de los banquillos. Incluso a Tévez, en un rompecabezas con oligarcas rusos incluidos, que llevaría de cabeza al mismísimo Philippe Marlowe.
Y esto arrastra al Barcelona, quien no podía ser menos que su eterno rival y que además está en pleno año ¿pre? electoral. Y por eso, Titi Henry está más que fichado, mismo camino que lleva Chivu. Se ha desatado un vendaval que tiene descolocado incluso a Manolete.
En fin, un auténtico maremágnum de nombres y cifras, que nos sumergen en lo más bello del fútbol: la rumorología. Dos reflexiones: cuántas veces ha aparecido esta semana Benito Floro a propósito de los fichajes (qué listo Camacho que quiere su puesto y no el banquillo). Los que tienen que estar disfrutando son los agentes FIFA, que este año se van a poner las botas. Y es que es molto sencillo: El Chelsea quiere a (inserte aquí su jugador representado). Y a vivir del cuento. Claro que sí.