Bienvenido Mr. Capello

Como si de la España desgarrada posterior a la Guerra civil se tratara, los simpatizantes del madridismo parecen reencarnar a los desvalidos habitantes de Villar del Río, que esperan fervorosamente la llegada de los americanos, alias Capello, con la esperanza de poder sacudirse la crisis que viven. Andan ilusionados, como si viniera la encarnación de los Reyes Magos y Papá Noel. Con la lista de los regalos: ¡Me pido a Cesc! Pues yo, con la llegada de Mr. Capello, voy a aprovechar para pedir a Ibrahimovic! Y a Adriano, anda! Toma, pues claro que viene el Adriano!
Y así andarán los ilusionados habitantes de Villar del Río de aquí al comienzo del Mundial. Soñando con la llegada de ese benefactor italiano que les colmará de atenciones y obsequios. Y sumergiendo en el baúl de los olvidos los desencantos de tres largas temporadas. Se fue un ilusionista y añoran la llegada de un pragmático estajanovista. Aunque, como en la película, puede que el italiano pase de largo... camino de Marbella.
"Ay italianos,
vienen a España
guapos y sanos,
viva el tronío
de ese gran pueblo
con poderío,
olé Umbría,
y Venecia,
y viva Parma, que no está mal,
os recibimos
italianos con alegría,
olé mi mare,
olé mi suegra y
olé mi tía."