Todos los fichajes, los rumores, que si pago la cláusula, venga no que cambiamos cromos, que si yo he siempre he sido culé y, por supuesto, vengo al club de mis amores. Gracias Zoran Vekic, tú haces mi verano mejor.

viernes, julio 28, 2006

Una tarde en el fútbol



Este podría ser perfectamente el título que rodarían los hermanos Marx en el caso de seguir entre nosotros. Por un lado, un presidente que cambia de provisionalidad como Vieri de equipos. Ahora es provisional, ahora no lo es. En medio de tanto vaivén "villarmiriano", tiene a bien reeditar aquel famoso programa de "Tengo una carta para tí", y cuando Adriano Galliani se sentó en el sofá de invitados, no pudo menos que emocionarse al ver a Calderón en la pantalla, pidiéndole perdón y diciéndole que le había mandado una carta de amor. En la otra orilla del puente aéreo, Laporta consigue no ser inhabilitado y puede presentarse a la reelección. El club ya está bajo los designios de Xavier "Mago Andreu" Sala i Martín, que se dedica a enseñar con sus trajes un daltonismo galopante digno de Jerry Lewis.
De tapadillo, la explosión de la Operación Malaya salpica a los dirigentes de nuestra liga, ya que se investiga al presidente del Sevilla, José María Del Nido, abogado de Julián Muñoz (ese fino estilista con gusto por los pantalones a la altura del pecho), y al hijo del que sembró los vientos en Marbella, Jesús Gil Marín. Y menos mal que Dimitri Piterman, aquel presidente malo maloso no se encuentra en Primera y que Lopera (teóricamente) se ha retirado. Y es que todo presidente de Primera que se precie, debe seguir la siguiente máxima de Groucho Marx: "Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros".